En cualquier ascensor te puedes encontrar un pingüino.
En cualquier ascensor te puedes encontrar un pingüino.
Originario de Nueva Zelanda. De cejas amarillas sobre una cara negra y pico ligeramente más ancho que el de otros pingüinos. Una especie diminuta que vive la mayor parte de su vida en soledad, transitando en la inmensidad de un mar abierto sin ningún deseo por regresar a tierra firme.
Su nombre hace referencia a Fernando de Magallanes. Viven en la costa sur del continente sudamericano, así como en las Islas Falkland. Entre los machos son comunes las peleas a muerte por su honor. Utilizan sus picos y aletas para golpearse hasta que uno de ellos sale derrotado, rendido.
Procedente de la isla de Snares, Nueva Zelanda. Este pingüino mide entre cincuenta y setenta centímetros y puede llegar a pesar hasta cuatro kilos. Posee dos penachos amarillos y ojos rojos.
Aunque es muy parecido al pingüino de Fiordland, se diferencia gracias a una región de piel de color rosada en la base de su pico.
Hablamos de la especie de pingüinos de mayor tamaño. A pesar de andar siempre en grupo, ellos eligen una pareja para toda la vida. En su conquista, el macho elige la piedra perfecta y se la regala inclinándose para colocarla frente a ella. Si toma la piedra, significa que acepta la propuesta.
Todo un símbolo de romanticismo.
Con la cabeza cubierta por un color negro, posee unas pobladas cejas que resaltan por sus plumas amarillentas. Los individuos de esta especie suelen ser agresivos entre sí, incluso con otrash aves, aunque el comportamiento con su pareja sea siempre gentil y cariñoso.
En sus ojos nace un rojo encendido como la rabia que albergan.
Se trata de una especie endémica de las islas Galápagos. Es la única que vive en el hemisferio norte. Un diminuto pingüino de no más de 35-40 cm al que le gustan las aguas templadas. No anida formando colonias como otros palmípedos, sino que se agrupan en parejas para convivir.
También conocido como el pingüino enano, es el más pequeño del mundo. Esta especie se caracteriza además de por su tamaño, por su coloración; puesto que la parte dorsal es de tonalidades azules, entrando en conflicto con un vientre blanco nuclear. Suelen salir a la mar en pequeños grupos para defenderse de los depredadores y se ayudan de su color azul para disimular su presencia.
De tamaño y peso medio, se caracteriza porque su ojo posee un anillo blanco alrededor. La base del pico está oculta por unas plumas negras. Los pingüinos Adelia son tan torpes sobre tierra como un niño aprendiendo a andar, hasta el punto de resultar cómicos. En cambio, en el agua tienen la velocidad de un torpedo que rompe la barrera del sonido.
Junto con el pingüino azul es la especie más pequeña del mundo. De hecho, por su tamaño y semejanzas, muchos consideran a este pingüino una subespecie de la anterior. Su coloración es más oscura en su parte dorsal, aunque sus aletas son recorridas por una raya blanca.
Conocido como pingüino de Gentú o Juanito, anida en la Isla de Peterman, las Maldivas y cerca de la Antártida. Se caracterizan por poseer una mancha blanca en el ojo que se extiende hacia atrás y contrasta con el resto de la cabeza y el lomo, negros de extremo a extremo. Nos encontramos ante los pingüinos más ágiles y rápidos bajo el agua del planeta, unos auténticos proyectiles capaces de volar hasta los cuarenta kilómetros por hora.
Habita en islas del litoral de Nueva Zelanda y se encuentra en peligro de extinción. Este pingüino posee una coloración muy viva, con el lomo negro, el vientre blanco y en la cabeza dos crestas de un amarillo brillante. Además, el pico está rodeado por una línea blanca muy fina.
Se trata de la única especie que vive en el continente africano. Se les conoce como pingüinos rayados por la línea de color negro que atraviesa su pecho. Además, poseen una zona de piel en color rosa sobre los ojos que les ayuda a disipar la radiación solar. Son pingüinos que no soportan temperaturas muy bajas; al contrario que el resto, ellos disfrutan en los ambientes cálidos.
Nos encontramos ante una especie endémica de la corriente de Humboldt que anida en las costas de América del Sur, desde Perú a Chile. Duerme de pie, escondiendo el pico debajo de una de sus alas para guardar más el calor, en tandas de pocos minutos y se ve afectado de forma negativa por el fenómeno del Niño.
También conocido como pingüino de barbijo. Su nombre lo toma de una línea negra que le atraviesa el rostro bajo la barbilla, de pómulo a pómulo, como la sonrisa falsa de un payaso. Esta línea horizontal y el casco negro de su cabeza le permiten diferenciarse con facilidad del resto de especies similares.
Originario del sureste de Nueva Zelanda, se trata de un pingüino de tamaño medio. Se caracterizan por poseer unos ojos ambarinos de los que surge una línea amarillenta hacia la parte trasera de su cabeza. Todo su rostro presenta una coloración dorada que le aporta cierta luminosidad.
Posee una cresta similar al pingüino de penacho amarillo, pero con una coloración anaranjada. Se le conoce como macaroni debido a una antigua moda de la juventud británica del siglo XVIII. Estos viajaban a Italia y adquirían unas costumbres e incluso un habla que excedía los límites convencionales de la época. En ocasiones, llegaban a teñirse el pelo con mechas, al estilo de esta especie.
Esta especie tiene un gran parecido con el pingüino macaroni, aunque su rostro es blanco y posee una cresta amarillo-anaranjada. Las hembras son un poco más pequeñas que los machos y suelen poner dos huevos de los que en ocasiones solo prospera uno tras el proceso de incubación.
Estamos frente al segundo pingüino más grande del planeta, que guarda semejanzas con el pingüino emperador. En su descubrimiento, los primeros exploradores creyeron que los pichones eran una especie de pingüino diferente debido a su apariencia tan distinta —marrones y peludos—, en contraposición a los adultos —negros con vientre blanco, mejillas y pico anaranjados y un parche dorado en la zona del cuello—.